3.6.10

COLECTIVO LOS HIJOS

El sol en el sol del membrillo de Los Hijos

Si alguien ha irrumpido con fuerza dentro del panorama audiovisual nacional en los últimos meses, esos son sin duda el colectivo Los Hijos, formado por Natalia Marín, Javier Fernández y Luis López. Su tarjeta de presentación son cuatro películas de no - ficción realizadas en poco más de un año. Dos obras de corta duración El sol en el sol del membrillo y Ya viene, aguanta, riégueme, mátame y dos largos Los Materiales y Circo.

Aun no he podido ver la primera de la lista, aunque por lo que he oído sobre ella tiene mucho en común con Ya viene... y Los materiales. Las tres utilizan la técnica cinematográfica de una forma voluntariamente ruda e imperfecta. El material que para otros serían descartes por problemas de sonido o de fotografía, en Los Hijos se convierte en parte esencial de su obra.
Circo por su lado tiene un estilo formal más al uso dentro del documental observacional, largos planos con la cámara fija en los que vemos la vida de sus protagonistas, las rupturas aquí vienen por otros lados.
Otra característica común en todos sus trabajos es la propia presencia de los autores en la obra. Los vemos y los oímos mientras trabajan, lo cual resulta muy interesante.

Ya viene, aguanta, riégueme, mátame de Los Hijos

En Ya viene... seleccionan cuatro secuencias representativas del cine español (El espíritu de la colmena, Historias del Kronen, La ley del deseo y Amantes) y vuelven a las localizaciones originales para revisitarlas, graban los mismos encuadres pero despojados de todo artificio cinematográfico, no hay diálogos, ni actores, ni iluminación sino que sencillamente, la cámara recoge lo que sucede en ese momento. El único añadido es la introducción de subtítulos que recogen el diálogo de las secuencias originales y es, precisamente, esto lo que distrae algo del resultado final de la obra, que por contraste, me resultó una interesante reflexión sobre el arte cinematográfico y la huella que el cine deja en la historia y la sociedad.

Los materiales, premiada en la última edición del Festival Punto de Vista de Navarra con el premio Jean Vigo. El punto de partida de la película es el acercamiento al pueblo de Riaño (León), que en 1987 fuera trasladado de ubicación por la construcción de un embalse.
A partir de ahí, Los Hijos, poco a poco se van alejando de una construcción narrativa al uso para adentrarse en un terreno de exploración de los propios materiales fílmicos. Cómo ellos mismos contaron en Navarra, Los materiales están hechos a partir de los brutos de cámara, el sonido y la imagen se presentan plagadas de imperfecciones.
No buscan recrear el paisaje que le rodea de la forma más bella posible, si no todo lo contrario. Hay uno de los planos muy significativo en este aspecto. En un gran general picado vemos a unos pescadores en el río, increiblemente alineados, en manos de otro se hubiera convertido en una perfecta composición de autoreafirmación de su talento cinematográfico y sin embargo, Los hijos, a los cuales talento no les falta para hacer un plano perfectamente bello, son valientes en sus planteamientos y no caen en esa vacuidad perfeccionista a los que otros nos tienen acostumbrados.
Las propias conversaciones de los tres directores mientras hacen la película y sus reflexiones sobre el proceso de trabajo están presentes durante todo el metraje si bien nunca les oímos y es a través de subtítulos como tenemos acceso a ellas.

El hambre de cine de estos chicos no tiene límites y mientras hacian Los materiales, se enteraron de la llegada de un pequeño circo francés que iba a actuar en las fiestas de un pueblo cercano a Riaño y para allá que se fueron con su equipo de rodaje y en un sólo día de grabación realizaron Circo.
Formalmente Circo, parte de unos planteamientos más clásicos dentro del documental observacional, y así a través de largas tomas vemos la vida en un día de una familia (matrimonio y dos hijos pequeños) que llegan a un pueblo para montar su carpa y actuar.
A diferencia de muchos otras películas que utilizan la aparición de un elemento novedoso dentro de un grupo cerrado como excusa para mostrarnos como es ese grupo, Circo se centra exclusivamente en la familia y su circo y no utiliza su llegada a la vida del pueblo para mostrarnos como son sus habitantes y su entorno.
Una de las máximas de Los Hijos es la ruptura con los convencionalismos cinematográficos, y Circo no iba a ser menos, si algo es característico del documental observacional es la ausencia de entrevistas a los protagonistas. Pues bien, aquí Los Hijos rompen con la estructura narrativa introduciendo un largo bloque en la que se entrevista de forma clásica al matrimonio. Y que así todos los puristas que estén en la sala creyendo que se encuentran ante una obra estilo Pompeu Fabra, se revuelvan en su asiento.
Otro elemento que puede irritar a más de uno, es que han decidido no subtitular la película . Claro está la familia habla entre ellos en francés y lo que en un pricincipio podría parecer un inconveniente, finalmente se convierte en una ventaja, ya que la narración fluye perfectamente y realmente lo que dicen o dejan de decir no importa para nada. Se ve que los programadores de Documentamadrid, festival en el que se ha estrenado la película, no lo tenían tan claro y haciendo caso omiso de la voluntad de los directores, hicieron un subtitulado, sin su consentimiento y lo introdujeron en la proyección, menos mal que en la sala estaba el equipo y pudieron remediarlo.

En definitiva que me gustan estos Hijos, unos hijos que se rebelan contra sus "padres" y que tras escucharlos en profundidad y aprender de ellos, han decidido tomar otros caminos. Deseando estoy de seguir viendo sus nuevas películas. Sabiendo como se las gastan ya estarán haciendo otras cuatro.

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