La zona, ópera prima del uruguayo - mexicano Rodrigo Plá, llegó a la Seminci como un valor seguro, premiada en dos grandes festivales: Montreal y Venecia el público la esperaba con ganas. Y no defraudó.
La película se presenta como un thriller en el que tres adolescentes se cuelan para robar en una urbanización privada, con altas medidas de seguridad. Una especie de burbuja que aísla a sus residentes de la delincuencia de las calles (supuestamente mexicanas aunque este dato nunca se menciona)
Allí viven entre otras familias la formada por Daniel (Daniel Giménez Cacho) y Mariana (Maribel Verdú) un matrimonio que no pasa por su mejor momento y su hijo adolescente Alejandro (Daniel Tovar) auténtico protagonista de la historia.
Durante el asalto de los jóvenes, una anciana muere asesinada, así como dos de los adolescentes, el tercero consigue escapar y refugiarse en un sótano. A partir de aquí los residentes de la Zona decidirán tomarse la justicia por su mano e iniciar una cacería en busca del chaval, el cual no es considerado un ser humano, si no tan sólo un enemigo con el que hay que acabar.Por su parte, Alejandro quien encuentra al joven y tras conocer la verdadera historia de lo ocurrido intentará ayudarle a escapar.
La fotografía de Emiliano Villanueva, juega un papel fundamental en el desarrollo de la historia, de la luminosidad, fría y distante que envuelve la Zona en el arranque de la película, pasamos a un tenebrismo opresivo, en una atmósfera lluviosa con la presencia de los jóvenes ladrones. Así también está muy bien diferenciado mediante la luz el tercer ambiente de la película, el que nos muestra la corrupción y la injusticia de la comisaría de policía.
A partir de esto Pla, retrata en su película a una sociedad que cada vez vive con más miedo a lo desconocido, ya no somos curiosos que intentamos conocer lo que el mundo nos ofrece, sino que rechazamos todo aquello que es diferente a nosotros.
Para Plá, esta zona residencial sirve de ejemplo al hecho, no sólo perceptible en México, de que “las calles se empiezan a privatizar, porque hay una sociedad temerosa que se atrinchera. Esas casas uniformes, que parecen representar el bienestar aislado, dan cobijo a una sociedad de individuos temerosos y cada vez más uniformes”
En definitiva una película muy recomendable, con una historia que en su esencia está muy de actualidad, está basada en el relato “El otro lado” de Laura Santullo. Y además cuenta con grandes interpretaciones de sus protagonistas, en especial de Daniel Giménez Cacho, uno de los grandes de la escena actual.
La película se presenta como un thriller en el que tres adolescentes se cuelan para robar en una urbanización privada, con altas medidas de seguridad. Una especie de burbuja que aísla a sus residentes de la delincuencia de las calles (supuestamente mexicanas aunque este dato nunca se menciona)
Allí viven entre otras familias la formada por Daniel (Daniel Giménez Cacho) y Mariana (Maribel Verdú) un matrimonio que no pasa por su mejor momento y su hijo adolescente Alejandro (Daniel Tovar) auténtico protagonista de la historia.
Durante el asalto de los jóvenes, una anciana muere asesinada, así como dos de los adolescentes, el tercero consigue escapar y refugiarse en un sótano. A partir de aquí los residentes de la Zona decidirán tomarse la justicia por su mano e iniciar una cacería en busca del chaval, el cual no es considerado un ser humano, si no tan sólo un enemigo con el que hay que acabar.Por su parte, Alejandro quien encuentra al joven y tras conocer la verdadera historia de lo ocurrido intentará ayudarle a escapar.
La fotografía de Emiliano Villanueva, juega un papel fundamental en el desarrollo de la historia, de la luminosidad, fría y distante que envuelve la Zona en el arranque de la película, pasamos a un tenebrismo opresivo, en una atmósfera lluviosa con la presencia de los jóvenes ladrones. Así también está muy bien diferenciado mediante la luz el tercer ambiente de la película, el que nos muestra la corrupción y la injusticia de la comisaría de policía.
A partir de esto Pla, retrata en su película a una sociedad que cada vez vive con más miedo a lo desconocido, ya no somos curiosos que intentamos conocer lo que el mundo nos ofrece, sino que rechazamos todo aquello que es diferente a nosotros.
Para Plá, esta zona residencial sirve de ejemplo al hecho, no sólo perceptible en México, de que “las calles se empiezan a privatizar, porque hay una sociedad temerosa que se atrinchera. Esas casas uniformes, que parecen representar el bienestar aislado, dan cobijo a una sociedad de individuos temerosos y cada vez más uniformes”
En definitiva una película muy recomendable, con una historia que en su esencia está muy de actualidad, está basada en el relato “El otro lado” de Laura Santullo. Y además cuenta con grandes interpretaciones de sus protagonistas, en especial de Daniel Giménez Cacho, uno de los grandes de la escena actual.
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