La novela gráfica Persépolis, obra autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, se publicó inicialmente en 4 tomos entre el 2000 y el 2003, un año después se recogería toda la historia en una gran volumen. Con ella logró desde un principio un gran éxito y repercursión, tanto de crítica como de público.
Esto le dio la oportunidad de poder trasladar la obra al cine, co-dirigiéndola junto a Vincent Paronnaud. El resultado es una excelente película de animación, que cuenta la historia de una niña iraní, Marji, desde la revolución islámica hasta la actualidad.
La historia comienza en 1979 cuando los fundamentalistas toman el poder forzando a las mujeres a llevar velo y encarcelando a miles de personas. Sin embargo nuestra valiente protagonista vive sin miedo a la represión y consigue burlar a los guardianes sociales, así descubrirá el punk, ABBA y a Iron Maiden. Mientras su pueblo vive el terror de la persecución del nuevo gobierno y la guerra de Irán e Irak. Cuando su tío es ejecutado por el gobierno y las bombas amenzan la ciudad de Teherán, sus padres toman la difícil decisión de enviarla a vivir a Austria, allí convertida ya en una adolescente, conocerá otras formas de ver el mundo, la cultura punk y nihilista de los estudiantes de su escuela o la nueva ola hippie.
Conocerá el amor y el desamor y vivirá complejas situaciones derivadas del fundamentalismo religioso que la persigue por el simple hecho de ser iraní.
La película parte de una secuencia en color y a continuación está contada a modo de flash-back realzado en un contrastado blanco y negro. Para la puesta en escena y el diseño de personajes se siguió el esquema utiliado en la obra gráfica caracterizado por un tono naïf y la abstracción de algunos de los elementos pictóricos.
El trabajo de animación fue muy laborioso ya que para dar vida a los más de 600 personajes de la historia, se siguieron técnicas tradicionales alejadas del mundo digital al que nos tiene acostumbrados Pixar Como los propios directores afirman, a la hora de plantear la narración estaban muy influenciados por el expresionismo alemán y el neorralismo italiano, no en vano son dos movimientos artísticos de postguerra, al igual que la obra de Satrapi que surge en la postguerra irano-iraquí.
Para crear el ritmo cinematográfico de la historia algo que preocupaba mucho a los directores, se empaparon del trabajo que durante décadas han realizado juntos Thelma Schoonmaker y Martin Scorsese en películas como Raging bull (Toro salvaje) Goodfellas (Uno de los nuestros) o más recientemente The Departed.
Otro aliciente más para ver la película, es escuchar las voces de Catherine Deneuve y Chiara Mastroianni que dan vida a la Madre de Marji y a Marji respectivamente. El premio del jurado en Cannes 2007, representar a Francia como mejor película en habla no inglesa en la próxima edición de los Oscars e inaugurar la 52 edición del Festival internacional de cine de Valladolid son algunos de los logros que coronan a Persépolis como una de las películas del año.
Esto le dio la oportunidad de poder trasladar la obra al cine, co-dirigiéndola junto a Vincent Paronnaud. El resultado es una excelente película de animación, que cuenta la historia de una niña iraní, Marji, desde la revolución islámica hasta la actualidad.
La historia comienza en 1979 cuando los fundamentalistas toman el poder forzando a las mujeres a llevar velo y encarcelando a miles de personas. Sin embargo nuestra valiente protagonista vive sin miedo a la represión y consigue burlar a los guardianes sociales, así descubrirá el punk, ABBA y a Iron Maiden. Mientras su pueblo vive el terror de la persecución del nuevo gobierno y la guerra de Irán e Irak. Cuando su tío es ejecutado por el gobierno y las bombas amenzan la ciudad de Teherán, sus padres toman la difícil decisión de enviarla a vivir a Austria, allí convertida ya en una adolescente, conocerá otras formas de ver el mundo, la cultura punk y nihilista de los estudiantes de su escuela o la nueva ola hippie.
Conocerá el amor y el desamor y vivirá complejas situaciones derivadas del fundamentalismo religioso que la persigue por el simple hecho de ser iraní.
La película parte de una secuencia en color y a continuación está contada a modo de flash-back realzado en un contrastado blanco y negro. Para la puesta en escena y el diseño de personajes se siguió el esquema utiliado en la obra gráfica caracterizado por un tono naïf y la abstracción de algunos de los elementos pictóricos.
El trabajo de animación fue muy laborioso ya que para dar vida a los más de 600 personajes de la historia, se siguieron técnicas tradicionales alejadas del mundo digital al que nos tiene acostumbrados Pixar Como los propios directores afirman, a la hora de plantear la narración estaban muy influenciados por el expresionismo alemán y el neorralismo italiano, no en vano son dos movimientos artísticos de postguerra, al igual que la obra de Satrapi que surge en la postguerra irano-iraquí.
Para crear el ritmo cinematográfico de la historia algo que preocupaba mucho a los directores, se empaparon del trabajo que durante décadas han realizado juntos Thelma Schoonmaker y Martin Scorsese en películas como Raging bull (Toro salvaje) Goodfellas (Uno de los nuestros) o más recientemente The Departed.
Otro aliciente más para ver la película, es escuchar las voces de Catherine Deneuve y Chiara Mastroianni que dan vida a la Madre de Marji y a Marji respectivamente. El premio del jurado en Cannes 2007, representar a Francia como mejor película en habla no inglesa en la próxima edición de los Oscars e inaugurar la 52 edición del Festival internacional de cine de Valladolid son algunos de los logros que coronan a Persépolis como una de las películas del año.
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