Alcalá de Henares celebró la edición número 36 de su festival de cine de cortometrajes entre los días 10 a 18 de Noviembre. Las sesiones se desarrollaron como viene siendo habitual en el emblemático teatro Cervantes y el más moderno cine Cisneros.
Alcine demostró ser el festival de cine más importante en formato corto de España partiendo de la preciosa sala de exhibición que resulta el teatro, sede principal del certamen donde pudimos ver trabajos de gran calidad artística y culminando con una ceremonia de entrega de premios que huye de la megalomanía permitiendo homenajear directamente a los creadores, auténtica razón junto al público de la existencia de este festival. Alcine36 contó con tres sesiones competitivas.
En la principal el: “Certamen Nacional de Cortometrajes” participaron 41 cortos. Lo más destacado, la excelente actuación de Marta Belenguer en El futuro está en el porno; del valenciano Vicente Villanueva, trofeo a la mejor actriz. Marta, realiza un portentoso “casi monólogo” pleno de intensidad que nos acerca al corazón de una persona mal integrada “que sólo recuerda haber sido feliz de muy pequeña”. En quince minutos de duración le da tiempo a evolucionar en la peligrosa cuesta abajo que deducimos continuará su personaje, una vez apagados los focos. Así partiendo de situaciones hilarantes, el espectador termina sintiendo cómo se hiela su sonrisa, quedando realmente conmovido también, gracias a una dirección que se llevó el primer premio Comunidad de Madrid. Debería haberse llevado alguno más.
Avatar de Lluís Quílez, (tercer premio;Ciudad de Alcalá) cuenta la historia de una pareja de posición acomodada que tiene un gran problema; el hombre es un impedido que requiere ayuda absoluta para vivir. La perspectiva del espectador ante esta situación evoluciona gracias a la gran actuación de ambos actores Rosana Pastor y en especial, Sebastián Haro y una dirección que maneja como ninguna otra en este festival el tempo narrativo, la intriga y que logra emplear con éxito una herramienta del mejor cine: que como espectadores en un momento dado, sepamos más que el personaje (el niño) sobre el estado de la acción (qué les ha sucedido a sus padres). Finalmente, cabe destacar la gran capacidad de síntesis de Lluis Quilez para comunicar al espectador en una sola imagen (una fotografía) gran parte de la información que necesita para situar el contexto de la acción.
Desconocidos del almeriense David del Águila se llevó la mención especial del Jurado. Este interesante corto trata de la incomunicación familiar en un núcleo formado por una pareja con dos hijos. Ocupados en tareas individuales como la visión de un partido de fútbol televisado o de la película ¿Qué he hecho yo para merecer esto?”, en un chat o un videojuego, los personajes se nos aparecen separados por efecto de la tecnología. Hasta que un corte de luz hace que cese la causa de su distanciamiento...
Salad days se llevó justamente el premio al mejor montaje. A través un diálogo entre dos reponedoras de un supermercado retrata las condiciones laborales que sufrimos los miembros de la supuesta sociedad del bienestar (¿cómo conseguirían el permiso de Sabeco para filmar en sus instalaciones?). Además de gozar de una calidad de imagen superior a la media y de contar con la mejor selección musical en su banda sonora, es uno de los pocos cortos participantes que busca una forma de narrar diferente a la habitual, lo que le hizo merecedor del citado galardón.
El Primer Premio Ciudad de Alcalá For(r)est in the des(s)ert de Luiso Berdejo, calificado por el propio director como de “bastante marciano” en la rueda de prensa en que se hizo público el palmarés. El tema se sale totalmente de los recurrentes problemas de comunicación o de pareja para hablar de algo tan inesperado como la abducción por extraterrestres, algo que hace incorporando imágenes animadas y manteniendo el inglés como idioma de expresión. Asimismo la calidad de las imágenes, cuenta con bastantes exteriores, lo distingue de los demás participantes. Un buen corto, quizás… yo no lo entendí.
Con El prestidigitador; el profesor de instituto Hugo Sanz se llevó el premio del público por una historia de corta anécdota sobre un alumno, un profesor y una chuleta. Destaca el paso acelerado del tiempo en el reloj de la clase y el ambiente de duelo casi-western entre profesor y alumno examinado.
Resultaron también galardonados El relevo de David González (Segundo Premio Ciudad de Alcalá) por una descripción fuera de cámara de posturas sexuales exentas de pasión con un fin puramente reproductor. Posiblemente el jurado valoró la capacidad de narrarlo sin acudir a imágenes explícitas, a la vez que se transmite cómo las necesidades económicas y la rutina pueden expulsar la pasión que quizá hubo en otro tiempo dentro de una pareja.
El resto de cortos galardonados no aparecen entre los más destacables en mi opinión (salvo por lo negativo, el dirigido por el famoso Nacho Vigalondo; Choque) La mayor injusticia cometida por el Jurado fue la no concesión del premio al mejor actor a Sebastián Haro, en lugar de los galardonados, los niños Christopher Torres, de Lo importante y Christian Hernández, El prestidigitador
La segunda sesión competitiva, Pantalla abierta, también con sede en el teatro Cervantes exhibió seis largometrajes de directores noveles españoles estrenados durante 2006.
El jurado popular concedió el trofeo a la mejor película a la ópera prima AzulOscuroCasiNegro de Daniel Sánchez Arévalo que ganó por aclamación según se desprende de los aplausos al terminar la sesión, inusuales en este Festival de público poco expresivo.
Entre la participación que lograron los organizadores del Certamen (y merecen por ello ser felicitados) destaca la flamante Lo que sé de Lola estrenada sólo un mes antes en el Festival de San Sebastián, premiada en el de Londres, y todavía en cartelera.
Destaca también Vida y color y Zulo, seguramente la más atrevida de las seis participantes y la que abre paso a otras formas de transmisión a través del cine con un argumento elíptico relacionado con la depresión.
La tercera sesión competitiva, el Certamen internacional de Cortos, que fijó su sede en el cine Cisneros I, contó con la participación de 35 cortos.
El jurado popular adjudicó el premio del público a Not there yet, del irlandés Jason Tammenagi, un corto de animación que nos muestra una vez más la similitud entre nuestra sociedad y la irlandesa. En clave de irónico humor trata del problema del transporte que uno necesita tomar para poder ir a trabajar en su día a día.
El Festival contó con otras sesiones no competitivas, entre ellas Miradas para el nuevo milenio, que completó por si sola las 14 proyecciones de la sala Cisneros II, con otras tantas óperas prima de directores españoles de esta primera década del siglo XXI: Tapas, Smoking room o El taxista ful.
El resto de secciones fueron exhibidas en la salas Cisneros. Entre ellas destacan Corto y cómic, Cortos de los vecinos (portugueses) Europa en cortos” y el palmarés de la última edición del Festival de Cine Publicitario de Cannes.
Asimismo, se celebraron eventos paralelos a las proyecciones, como las exposiciones sobre cine y cómic y sobre el director alemán Werner Herzog. Las jornadas de cine de bajo coste dirigidas por Pedro Temboury (director de los títulos Kárate a muerte en Torremolinos y Ellos robaron la picha de Hitler) y como colofón el concierto de la actriz y cantante Najwa Nimri celebrado la noche del viernes 17, el mismo día en que se estrenaba en las salas comerciales de Madrid su última película Trastorno
El festival culminó con una simpática ceremonia de clausura de unos cuarenta minutos en la que se repartieron los diferentes premios concedidos y que sirvió de homenaje a los galardonados. Sirvió como corto anticipo de la proyección completa del Palmarés. La ceremonia sirvió para dar lustre al festival y contó con la presencia de conocidos de nuestro cine, entre los que destacó una glamourosísima Lola Dueñas (protagonista de Lo que sé de Lola). Me gustó también ver a la estupenda Rosana Pastor (Avatar) entregando un premio cuando muy bien ella misma podría haber estado recogiendo el de mejor actriz.Pese a la buena organización del festival, sin embargo entre los puntos negativos, queda señalar que en la ciudad no se respiraba el ambiente festivalero - artístico - cinéfilo de otras ciudades como Málaga o San Sebastián. Quizás se debe al poco apoyo de las instituciones y a la escasa publicidad con la que cuenta fuera de Alcalá.
Iñaki Lancelot
Alcine demostró ser el festival de cine más importante en formato corto de España partiendo de la preciosa sala de exhibición que resulta el teatro, sede principal del certamen donde pudimos ver trabajos de gran calidad artística y culminando con una ceremonia de entrega de premios que huye de la megalomanía permitiendo homenajear directamente a los creadores, auténtica razón junto al público de la existencia de este festival. Alcine36 contó con tres sesiones competitivas.
En la principal el: “Certamen Nacional de Cortometrajes” participaron 41 cortos. Lo más destacado, la excelente actuación de Marta Belenguer en El futuro está en el porno; del valenciano Vicente Villanueva, trofeo a la mejor actriz. Marta, realiza un portentoso “casi monólogo” pleno de intensidad que nos acerca al corazón de una persona mal integrada “que sólo recuerda haber sido feliz de muy pequeña”. En quince minutos de duración le da tiempo a evolucionar en la peligrosa cuesta abajo que deducimos continuará su personaje, una vez apagados los focos. Así partiendo de situaciones hilarantes, el espectador termina sintiendo cómo se hiela su sonrisa, quedando realmente conmovido también, gracias a una dirección que se llevó el primer premio Comunidad de Madrid. Debería haberse llevado alguno más.
Avatar de Lluís Quílez, (tercer premio;Ciudad de Alcalá) cuenta la historia de una pareja de posición acomodada que tiene un gran problema; el hombre es un impedido que requiere ayuda absoluta para vivir. La perspectiva del espectador ante esta situación evoluciona gracias a la gran actuación de ambos actores Rosana Pastor y en especial, Sebastián Haro y una dirección que maneja como ninguna otra en este festival el tempo narrativo, la intriga y que logra emplear con éxito una herramienta del mejor cine: que como espectadores en un momento dado, sepamos más que el personaje (el niño) sobre el estado de la acción (qué les ha sucedido a sus padres). Finalmente, cabe destacar la gran capacidad de síntesis de Lluis Quilez para comunicar al espectador en una sola imagen (una fotografía) gran parte de la información que necesita para situar el contexto de la acción.
Desconocidos del almeriense David del Águila se llevó la mención especial del Jurado. Este interesante corto trata de la incomunicación familiar en un núcleo formado por una pareja con dos hijos. Ocupados en tareas individuales como la visión de un partido de fútbol televisado o de la película ¿Qué he hecho yo para merecer esto?”, en un chat o un videojuego, los personajes se nos aparecen separados por efecto de la tecnología. Hasta que un corte de luz hace que cese la causa de su distanciamiento...
Salad days se llevó justamente el premio al mejor montaje. A través un diálogo entre dos reponedoras de un supermercado retrata las condiciones laborales que sufrimos los miembros de la supuesta sociedad del bienestar (¿cómo conseguirían el permiso de Sabeco para filmar en sus instalaciones?). Además de gozar de una calidad de imagen superior a la media y de contar con la mejor selección musical en su banda sonora, es uno de los pocos cortos participantes que busca una forma de narrar diferente a la habitual, lo que le hizo merecedor del citado galardón.
El Primer Premio Ciudad de Alcalá For(r)est in the des(s)ert de Luiso Berdejo, calificado por el propio director como de “bastante marciano” en la rueda de prensa en que se hizo público el palmarés. El tema se sale totalmente de los recurrentes problemas de comunicación o de pareja para hablar de algo tan inesperado como la abducción por extraterrestres, algo que hace incorporando imágenes animadas y manteniendo el inglés como idioma de expresión. Asimismo la calidad de las imágenes, cuenta con bastantes exteriores, lo distingue de los demás participantes. Un buen corto, quizás… yo no lo entendí.
Con El prestidigitador; el profesor de instituto Hugo Sanz se llevó el premio del público por una historia de corta anécdota sobre un alumno, un profesor y una chuleta. Destaca el paso acelerado del tiempo en el reloj de la clase y el ambiente de duelo casi-western entre profesor y alumno examinado.
Resultaron también galardonados El relevo de David González (Segundo Premio Ciudad de Alcalá) por una descripción fuera de cámara de posturas sexuales exentas de pasión con un fin puramente reproductor. Posiblemente el jurado valoró la capacidad de narrarlo sin acudir a imágenes explícitas, a la vez que se transmite cómo las necesidades económicas y la rutina pueden expulsar la pasión que quizá hubo en otro tiempo dentro de una pareja.
El resto de cortos galardonados no aparecen entre los más destacables en mi opinión (salvo por lo negativo, el dirigido por el famoso Nacho Vigalondo; Choque) La mayor injusticia cometida por el Jurado fue la no concesión del premio al mejor actor a Sebastián Haro, en lugar de los galardonados, los niños Christopher Torres, de Lo importante y Christian Hernández, El prestidigitador
La segunda sesión competitiva, Pantalla abierta, también con sede en el teatro Cervantes exhibió seis largometrajes de directores noveles españoles estrenados durante 2006.
El jurado popular concedió el trofeo a la mejor película a la ópera prima AzulOscuroCasiNegro de Daniel Sánchez Arévalo que ganó por aclamación según se desprende de los aplausos al terminar la sesión, inusuales en este Festival de público poco expresivo.
Entre la participación que lograron los organizadores del Certamen (y merecen por ello ser felicitados) destaca la flamante Lo que sé de Lola estrenada sólo un mes antes en el Festival de San Sebastián, premiada en el de Londres, y todavía en cartelera.
Destaca también Vida y color y Zulo, seguramente la más atrevida de las seis participantes y la que abre paso a otras formas de transmisión a través del cine con un argumento elíptico relacionado con la depresión.
La tercera sesión competitiva, el Certamen internacional de Cortos, que fijó su sede en el cine Cisneros I, contó con la participación de 35 cortos.
El jurado popular adjudicó el premio del público a Not there yet, del irlandés Jason Tammenagi, un corto de animación que nos muestra una vez más la similitud entre nuestra sociedad y la irlandesa. En clave de irónico humor trata del problema del transporte que uno necesita tomar para poder ir a trabajar en su día a día.
El Festival contó con otras sesiones no competitivas, entre ellas Miradas para el nuevo milenio, que completó por si sola las 14 proyecciones de la sala Cisneros II, con otras tantas óperas prima de directores españoles de esta primera década del siglo XXI: Tapas, Smoking room o El taxista ful.
El resto de secciones fueron exhibidas en la salas Cisneros. Entre ellas destacan Corto y cómic, Cortos de los vecinos (portugueses) Europa en cortos” y el palmarés de la última edición del Festival de Cine Publicitario de Cannes.
Asimismo, se celebraron eventos paralelos a las proyecciones, como las exposiciones sobre cine y cómic y sobre el director alemán Werner Herzog. Las jornadas de cine de bajo coste dirigidas por Pedro Temboury (director de los títulos Kárate a muerte en Torremolinos y Ellos robaron la picha de Hitler) y como colofón el concierto de la actriz y cantante Najwa Nimri celebrado la noche del viernes 17, el mismo día en que se estrenaba en las salas comerciales de Madrid su última película Trastorno
El festival culminó con una simpática ceremonia de clausura de unos cuarenta minutos en la que se repartieron los diferentes premios concedidos y que sirvió de homenaje a los galardonados. Sirvió como corto anticipo de la proyección completa del Palmarés. La ceremonia sirvió para dar lustre al festival y contó con la presencia de conocidos de nuestro cine, entre los que destacó una glamourosísima Lola Dueñas (protagonista de Lo que sé de Lola). Me gustó también ver a la estupenda Rosana Pastor (Avatar) entregando un premio cuando muy bien ella misma podría haber estado recogiendo el de mejor actriz.Pese a la buena organización del festival, sin embargo entre los puntos negativos, queda señalar que en la ciudad no se respiraba el ambiente festivalero - artístico - cinéfilo de otras ciudades como Málaga o San Sebastián. Quizás se debe al poco apoyo de las instituciones y a la escasa publicidad con la que cuenta fuera de Alcalá.
Iñaki Lancelot
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