98 años tiene Manoel De Oliveira, un ser absolutamente genial que lleva haciendo películas desde los tiempos del cine mudo, su ópera prima la estrenó en 1931.
Manoel, lúcido, dicharachero y simpático presentó dentro de la sección perlas de otros festivales de Zabaltegi, su última/penúltima obra (en esto sólo es comparable a Woody Allen); Belle toujours, que había encantado tan sólo unas semanas antes en Venecia.
Homenaje en 70 minutos de un maestro a otro, Luis Buñuel por el que el portugués siente gran admiración. La película está protagonizada por el genial actor francés, Michel Piccoli quien cree ver a la salida de la ópera en París a Severine, la mujer que había conocido en la ficción 38 años antes. Piccoli sí quiso repetir pero no pasó lo mismo con Catherine Denueve, parece que la diva francesa ha perdido el sentido del humor y finalmente no quiso participar en el proyecto.
En su lugar, toma el relevo la veterana Bulle Ogier, una estupenda actriz menos conocida que la Denueve pero que sí supo entender la broma de Oliveira.
Belle toujours, no es que sea una obra menor pero sino la tomas demasiado en serio la puedes disfrutar mucho más, hay que dejarse llevar. La verdad es que estamos ante una película diferente que no tiene que ver nada con lo que se hace en el cine actual, Belle toujours roza lo marciano, resulta tremendamente divertida, descarada y decrépita en el mejor de los sentidos. Sólo alguien como Manoel de Oliveira podría atreverse a hacerla. Esa "decrepitud" está presente en la utilización de la luz, los muebles antiguos y el propio Piccoli, libertino inquebrantable que conserva la mirada de sádico encantador que tan bien supieron sacar los directores españoles, Buñuel en la inolvidable Belle de jour y Luis G. Berlanga en otra joya, Tamaño natural.
En manos de cualquier otro director, estos actores y esta ambientación hubieran dado como resultado algo deprimente, con Manoel de Oliveira se convierte en todo lo contrario, una comedia divertidísima. Buñuel está presente en todo momento con detalles surrealistas como la caja de música que guarda el zumbido de una mosca, la aparición en mitad de la cena entre los 2 protagonistas de un gallo o la elección de Severine de dar un giro a su vida y meterse en un convento.
El estilo Oliveira, está en el uso de planos larguísimos, los exteriores de un París reconocible pero casi doméstico, la atención por los detalles y siempre, siempre el sentido del humor. Oliveira es un maestro al saber mezclar en todas sus historias, sofisticación con momentos o personajes de "estar por casa".La clave aquí, la tiene el personaje sentencioso del camarero, interpretado por el joven Ricardo Trepa (nieto de Manoel) que sirve como conductor y espectador a la vez de toda la historia.
Ricardo ha protagonizado también la anterior cinta de su abuelo; "Espejo mágico"(2005) protagonizada por sus habituales, Leonor Silveira y Luis Miguel Cintra que se estrenará próximamente en cines después de su paso por la Filmoteca Nacional, el mes de octubre en Madrid con motivo un año más de la "Muestra Portuguesa" que incluye exposiciones, música, teatro y gastronomía además del buen y semidesconocido cine que se produce en el país vecino.
Manoel, lúcido, dicharachero y simpático presentó dentro de la sección perlas de otros festivales de Zabaltegi, su última/penúltima obra (en esto sólo es comparable a Woody Allen); Belle toujours, que había encantado tan sólo unas semanas antes en Venecia.
Homenaje en 70 minutos de un maestro a otro, Luis Buñuel por el que el portugués siente gran admiración. La película está protagonizada por el genial actor francés, Michel Piccoli quien cree ver a la salida de la ópera en París a Severine, la mujer que había conocido en la ficción 38 años antes. Piccoli sí quiso repetir pero no pasó lo mismo con Catherine Denueve, parece que la diva francesa ha perdido el sentido del humor y finalmente no quiso participar en el proyecto.
En su lugar, toma el relevo la veterana Bulle Ogier, una estupenda actriz menos conocida que la Denueve pero que sí supo entender la broma de Oliveira.
Belle toujours, no es que sea una obra menor pero sino la tomas demasiado en serio la puedes disfrutar mucho más, hay que dejarse llevar. La verdad es que estamos ante una película diferente que no tiene que ver nada con lo que se hace en el cine actual, Belle toujours roza lo marciano, resulta tremendamente divertida, descarada y decrépita en el mejor de los sentidos. Sólo alguien como Manoel de Oliveira podría atreverse a hacerla. Esa "decrepitud" está presente en la utilización de la luz, los muebles antiguos y el propio Piccoli, libertino inquebrantable que conserva la mirada de sádico encantador que tan bien supieron sacar los directores españoles, Buñuel en la inolvidable Belle de jour y Luis G. Berlanga en otra joya, Tamaño natural.
En manos de cualquier otro director, estos actores y esta ambientación hubieran dado como resultado algo deprimente, con Manoel de Oliveira se convierte en todo lo contrario, una comedia divertidísima. Buñuel está presente en todo momento con detalles surrealistas como la caja de música que guarda el zumbido de una mosca, la aparición en mitad de la cena entre los 2 protagonistas de un gallo o la elección de Severine de dar un giro a su vida y meterse en un convento.
El estilo Oliveira, está en el uso de planos larguísimos, los exteriores de un París reconocible pero casi doméstico, la atención por los detalles y siempre, siempre el sentido del humor. Oliveira es un maestro al saber mezclar en todas sus historias, sofisticación con momentos o personajes de "estar por casa".La clave aquí, la tiene el personaje sentencioso del camarero, interpretado por el joven Ricardo Trepa (nieto de Manoel) que sirve como conductor y espectador a la vez de toda la historia.
Ricardo ha protagonizado también la anterior cinta de su abuelo; "Espejo mágico"(2005) protagonizada por sus habituales, Leonor Silveira y Luis Miguel Cintra que se estrenará próximamente en cines después de su paso por la Filmoteca Nacional, el mes de octubre en Madrid con motivo un año más de la "Muestra Portuguesa" que incluye exposiciones, música, teatro y gastronomía además del buen y semidesconocido cine que se produce en el país vecino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario