El premio especial del jurado (52 Festival internacional de cine de San Sebastián) fue para esta hermosa película de Serbia y Montenegro titulada “Sueño de una noche de invierno” (impronunciable su título original) que da la vuelta a la comedia escrita por Shakespeare y se acerca más a una clásica tragedia griega. En 1998 el director Goran Paskaljevic ganó el premio Fipresci por “El Polvorín” y 6 años más tarde regresa a los Balcanes con una historia que combina sentimientos, humanidad, humor, horror y tragedia en torno al drama que todavía hoy vive la antigua Yugoslavia.
Con un guión intimista y muy bien escrito, Paskaljevic cuenta la historia de Lazar (Lazar Ristovski, actor habitual de Kusturica y del propio Paskaljevic), un hombre que vuelve a casa tras pasar los últimos 10 años en la cárcel. Al llegar, la encuentra ocupada ilegalmente por dos refugiadas bosnias, una madre y su hija.
Jasna (Jasna Zalica) es la madre, una camarera a la que dejó abandonada su marido al nacer Jovana (Jovana Mitic) su hija autista. Jovana tiene 12 años, es autista también en la vida real (pudimos conocerla durante la rueda de prensa) y “Sueño de una noche de invierno” supone su deslumbrante debut.El autismo de la niña, sirve de metáfora a la situación real de aislamiento que vive el país desde que acabó la guerra. Todos quieren pasar página a un pasado difícil y entre los 3 surgirá una afinidad muy especial.
Película concentrada y reflexiva, rodada con una sencillez y belleza que sobrecogen al espectador. El director se dedica a no explicar, a no hacer juicios de valor sobre política o étnias ni a criticar la sociedad. El acierto está en seguir a los 3 personajes y en ir descubriendo la relación que se da entre Lazar y Jovana desde su primer saludo en la casa, hasta la despedida en un final desesperanzador.
Con un guión intimista y muy bien escrito, Paskaljevic cuenta la historia de Lazar (Lazar Ristovski, actor habitual de Kusturica y del propio Paskaljevic), un hombre que vuelve a casa tras pasar los últimos 10 años en la cárcel. Al llegar, la encuentra ocupada ilegalmente por dos refugiadas bosnias, una madre y su hija.
Jasna (Jasna Zalica) es la madre, una camarera a la que dejó abandonada su marido al nacer Jovana (Jovana Mitic) su hija autista. Jovana tiene 12 años, es autista también en la vida real (pudimos conocerla durante la rueda de prensa) y “Sueño de una noche de invierno” supone su deslumbrante debut.El autismo de la niña, sirve de metáfora a la situación real de aislamiento que vive el país desde que acabó la guerra. Todos quieren pasar página a un pasado difícil y entre los 3 surgirá una afinidad muy especial.
Película concentrada y reflexiva, rodada con una sencillez y belleza que sobrecogen al espectador. El director se dedica a no explicar, a no hacer juicios de valor sobre política o étnias ni a criticar la sociedad. El acierto está en seguir a los 3 personajes y en ir descubriendo la relación que se da entre Lazar y Jovana desde su primer saludo en la casa, hasta la despedida en un final desesperanzador.
La mayor de las locuras perpetrada por el hombre, es la guerra. La peor de todas, es la que sucede entre los habitantes de un mismo país. Los españoles nos matamos no hace tanto, en la llamada Guerra civil española que tantas veces ha sido llevada al cine y la humanidad sigue sin aprender de los errores siendo los vecinos del este europeo los últimos en llevar a cabo una de las guerras más sanguinarias y torpes de los últimos tiempos.
De la propia guerra pero más de las consecuencias de la misma en cada individuo habla el director Paskaljevic en sus 2 últimas cintas, “Bure- Baruta” (El Polvorín) y “Sueño de una noche de invierno”. En las dos, el protagonista es el mismo hombre, Lazar.
La primera, se desarrolla en los años 90, justo cuando la guerra todavía seguía por las calles de Serbia. En mitad de toda esa locura un hombre, Lazar, antiguo combatiente tiene su propio momento de locura y mata a uno de sus mejores amigos. 10 años después sale de la cárcel un frío invierno de 2004 y ahí arranca la segunda película.Impresiona el trabajo de dirección de actores que lleva a cabo Paskaljevic, sobre todo con la niña autista.
El director cuenta, que en un principio la historia era más metafórica y abstracta pero que al conocer personalmente a Jovana cambió el guión acercándolo más a personajes concretos y a la relación personal que viven los 3 protagonistas.El final cerrado, no a lugar al happy-end americano al que el público está acostumbrado. Lo que nos queda, es afrontar el pasado por muy duro que este sea y aceptarlo tal como es. Cuando esto sea posible, nos llegará un futuro mejor. Pero de momento la felicidad es imposible para Lazar, Jovana y tantos otros hombres, mujeres y niños de a pie que en Serbia, Bosnia, Irak, Palestina etc. están sufriendo la locura de la guerra.Es una pena que esta película no tenga fecha de estreno en España.
“El Polvorín” también fue premiada en varios festivales internacionales pero apenas tuvo repercusión comercial. A título personal, me pareció la mejor película presentada este año en sección oficial
De la propia guerra pero más de las consecuencias de la misma en cada individuo habla el director Paskaljevic en sus 2 últimas cintas, “Bure- Baruta” (El Polvorín) y “Sueño de una noche de invierno”. En las dos, el protagonista es el mismo hombre, Lazar.
La primera, se desarrolla en los años 90, justo cuando la guerra todavía seguía por las calles de Serbia. En mitad de toda esa locura un hombre, Lazar, antiguo combatiente tiene su propio momento de locura y mata a uno de sus mejores amigos. 10 años después sale de la cárcel un frío invierno de 2004 y ahí arranca la segunda película.Impresiona el trabajo de dirección de actores que lleva a cabo Paskaljevic, sobre todo con la niña autista.
El director cuenta, que en un principio la historia era más metafórica y abstracta pero que al conocer personalmente a Jovana cambió el guión acercándolo más a personajes concretos y a la relación personal que viven los 3 protagonistas.El final cerrado, no a lugar al happy-end americano al que el público está acostumbrado. Lo que nos queda, es afrontar el pasado por muy duro que este sea y aceptarlo tal como es. Cuando esto sea posible, nos llegará un futuro mejor. Pero de momento la felicidad es imposible para Lazar, Jovana y tantos otros hombres, mujeres y niños de a pie que en Serbia, Bosnia, Irak, Palestina etc. están sufriendo la locura de la guerra.Es una pena que esta película no tenga fecha de estreno en España.
“El Polvorín” también fue premiada en varios festivales internacionales pero apenas tuvo repercusión comercial. A título personal, me pareció la mejor película presentada este año en sección oficial
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