En medio del mar flota un viejo barco, en el viven un anciano y la chica a la que ama y que recogió cuando era niña. El barco está aislado del mundo y el único contacto con la realidad lo proporcionan los clientes que acuden de vez en cuando a pescar desde allí.
Algunos de ellos intentan propasarse con la chica y el anciano la protege con su arco, elemento fundamental de la película y que actúa tanto como arma de defensa, cómo instrumento musical e incluso como herramienta para adivinar el futuro gracias a un hermoso ritual en el que la joven se columpia ante un gran buda mientras que el anciano le lanza flechas desde una barca contigua. Todo cambiará cuando al barco llegue un joven universitario que se enamora de la chica.
Éste es, básicamnete, el argumento de "Hwall" (El Arco) la nueva película del sur coreano Kim Ki-duk, un relato lleno de lirismo, en el que gracias a una depurada puesta en escena y a una asombrosa utilización de los colores consigue crear unas imágenes que hablan por sí solas, reduciendo los diálogos a su mínima expresión.
Como es habitual en su filmografía, la historia se centra en la vida de dos personajes difíciles y marginales colocados en situaciones límite para luego sacar a relucir su inocencia y humanidad. Todo ello aderezado con elegantes dosis de violencia y onírica sensualidad.
Con "El Arco" Kim Ki-duk rinde un nuevo homenaje a la naturaleza y más concretamente al agua elemento fundamental en gran parte de su cinematografía: "La Isla", "Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera"
El rodaje se llevó a cabo en tan solo 17 días, en unas durísimas condiciones: Pleno invierno en alta mar, con un viento infernal y el consiguiente oleaje y pese a ello técnicamente es impecable.
Sin duda nos encontramos ante el director del momento, sus películas tienen un gran éxito tanto de crítica como de público y ha sustituido a Kiarostami y Kitano como estrella en los festivales: Cannes, Locarno, Venecia, Berlín, Valladolid y San Sebastian así lo confirman. Esperemos tener Kim Ki-duk para rato.
"Todos tenemos deseos y esperanzas a los que no damos voz porque no pueden expresarse en la época en la que vivimos.
Quería mostrar hasta que punto pueden llegar a ser bajos, nobles, maravillosos, tristes y alegres. Quiero vivir en tensión como un arco hasta el día de mi muerte"
KIM KI-DUK
Algunos de ellos intentan propasarse con la chica y el anciano la protege con su arco, elemento fundamental de la película y que actúa tanto como arma de defensa, cómo instrumento musical e incluso como herramienta para adivinar el futuro gracias a un hermoso ritual en el que la joven se columpia ante un gran buda mientras que el anciano le lanza flechas desde una barca contigua. Todo cambiará cuando al barco llegue un joven universitario que se enamora de la chica.
Éste es, básicamnete, el argumento de "Hwall" (El Arco) la nueva película del sur coreano Kim Ki-duk, un relato lleno de lirismo, en el que gracias a una depurada puesta en escena y a una asombrosa utilización de los colores consigue crear unas imágenes que hablan por sí solas, reduciendo los diálogos a su mínima expresión.
Como es habitual en su filmografía, la historia se centra en la vida de dos personajes difíciles y marginales colocados en situaciones límite para luego sacar a relucir su inocencia y humanidad. Todo ello aderezado con elegantes dosis de violencia y onírica sensualidad.
Con "El Arco" Kim Ki-duk rinde un nuevo homenaje a la naturaleza y más concretamente al agua elemento fundamental en gran parte de su cinematografía: "La Isla", "Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera"
El rodaje se llevó a cabo en tan solo 17 días, en unas durísimas condiciones: Pleno invierno en alta mar, con un viento infernal y el consiguiente oleaje y pese a ello técnicamente es impecable.
Sin duda nos encontramos ante el director del momento, sus películas tienen un gran éxito tanto de crítica como de público y ha sustituido a Kiarostami y Kitano como estrella en los festivales: Cannes, Locarno, Venecia, Berlín, Valladolid y San Sebastian así lo confirman. Esperemos tener Kim Ki-duk para rato.
"Todos tenemos deseos y esperanzas a los que no damos voz porque no pueden expresarse en la época en la que vivimos.
Quería mostrar hasta que punto pueden llegar a ser bajos, nobles, maravillosos, tristes y alegres. Quiero vivir en tensión como un arco hasta el día de mi muerte"
KIM KI-DUK
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