"El libre albedrío" (Der freie wille), se enmarca dentro de una doctrina filosófica que habla sobre la autonomía y capacidad de autodeterminación del ser humano, es decir que nuestras decisiones dependen en última instancia de nosotros mismos.
Esta definición de enciclopedia alude al título de la película que nos ocupa y me sirve para presentar a Theo (impresionante actuación de Jürgen Volen) un joven introvertido y acomplejado que saca sus demonios interiores, agrediendo y violando mujeres.
Con una brutal violación, sólo comparable a la filmada por Gaspar Noel en "Irreversible", comienza esta película premiada en el último Festival de cine de Berlín y que se ha estrenado en España dentro de la 8º muestra de cine alemán en los cines Palafox de Madrid.
10 minutos terribles, dirigidos sin omitir detalle alguno pero sin recrearse tampoco en la parte más morbosa. Con esta secuencia lo que consigue el director, Matthias Glasner es que el espectador penetre en la mente de Theo, el protagonista, quien inmediatamente después, es detenido por la policía.
Tras una larga elipsis de más de 9 años, nos volvemos a encontrar a Theo físicamente cambiado, mucho más fuerte y sereno a punto de salir en libertad condicional por buena conducta. A partir de ese momento, Theo intentará llevar "una vida normal". Vive en un piso de protección oficial bajo la atenta mirada del asistente social y encuentra trabajo en una empresa de artes gráficas. Allí conoce a Nettie (todavía más impresionante la joven Sabine Timoteo) la retraída hija del dueño. Nettie, también intenta llevar "una vida normal" después de haber sido torturada psicológicamente por su padre durante años.
Tenemos entonces, 2 personajes perdidos, que se encuentran, se enamoran, al menos en apariencia son felices y hasta compran muebles en IKEA. Parece que la vida, les da una segunda oportunidad pero no nos olvidemos que esto lo firma un director alemán y que la forma de ser netamente germánica no deja lugar a un "happy end". La planificación de la película es impecable, la cámara sigue a unos actores en estado de gracia que hacen creíbles hasta las escenas más duras y crea ambientes claustrofóbicos para el espectador, gracias a una fotografía fría, seca, en consonancia con el tono de la historia.
No resulta fácil ponerse del lado del protagonista pero la cantidad de matices que aporta Jürgen Volen a Theo hace que a veces, sintamos cierta empatía por él. Su contribución artística a "El libre albedrío", además de protagonista, es productor y coguionista le hizo merecedor del Oso de Oro especial en la Berlinale.
Estremecedora es también la interpretación de Sabine Timoteo como Nettie. Una chica solitaria, reacia a los hombres que cree encontrar en Theo a su salvación. Ella desconoce su pasado y cuando él explota y le cuenta todo lo que ha hecho, ella reacciona todavía con más amor en lugar de desprecio. Una de las partes más estremecedoras de toda la película, es cuando Nettie va en busca de una de las mujeres, víctima de Theo.
La sigue, va a buscarla al trabajo y la mujer se enfrenta a Nettie como si a través de ella pudiera vengarse por fin del propio Theo.
"El libre albedrío" se enmarca dentro de la última corriente de éxito del cine alemán; historias muy duras, realizadas sin concesiones al sentimentalismo, violentamente explícitas y que se ocupan de diseccionar la sociedad actual.
Mikael Haneke, es el cineasta estrella a Matthias Glasner, le han comparado bastante con él por esta película. Para Haneke, el mundo es un lugar tan oscuro y peligroso como las almas de los seres humanos que lo habitan. Para Glasner también. Este tipo de cine, no ofrece respuestas no facilita interpretaciones ni confirma impresiones.
La brutalidad de estas películas está en la objetividad con la que están hechas."El libre albedrío" tiene imágenes asfixiantes pero hay que conseguir acceder a ellas sin prejuicios y después si has resistido hasta el emocionante y pesimista final, cuando salgas del cine, piensa lo que te venga en gana sobre la historia de amor, que realmente acabas de ver.
Esta definición de enciclopedia alude al título de la película que nos ocupa y me sirve para presentar a Theo (impresionante actuación de Jürgen Volen) un joven introvertido y acomplejado que saca sus demonios interiores, agrediendo y violando mujeres.
Con una brutal violación, sólo comparable a la filmada por Gaspar Noel en "Irreversible", comienza esta película premiada en el último Festival de cine de Berlín y que se ha estrenado en España dentro de la 8º muestra de cine alemán en los cines Palafox de Madrid.
10 minutos terribles, dirigidos sin omitir detalle alguno pero sin recrearse tampoco en la parte más morbosa. Con esta secuencia lo que consigue el director, Matthias Glasner es que el espectador penetre en la mente de Theo, el protagonista, quien inmediatamente después, es detenido por la policía.
Tras una larga elipsis de más de 9 años, nos volvemos a encontrar a Theo físicamente cambiado, mucho más fuerte y sereno a punto de salir en libertad condicional por buena conducta. A partir de ese momento, Theo intentará llevar "una vida normal". Vive en un piso de protección oficial bajo la atenta mirada del asistente social y encuentra trabajo en una empresa de artes gráficas. Allí conoce a Nettie (todavía más impresionante la joven Sabine Timoteo) la retraída hija del dueño. Nettie, también intenta llevar "una vida normal" después de haber sido torturada psicológicamente por su padre durante años.
Tenemos entonces, 2 personajes perdidos, que se encuentran, se enamoran, al menos en apariencia son felices y hasta compran muebles en IKEA. Parece que la vida, les da una segunda oportunidad pero no nos olvidemos que esto lo firma un director alemán y que la forma de ser netamente germánica no deja lugar a un "happy end". La planificación de la película es impecable, la cámara sigue a unos actores en estado de gracia que hacen creíbles hasta las escenas más duras y crea ambientes claustrofóbicos para el espectador, gracias a una fotografía fría, seca, en consonancia con el tono de la historia.
No resulta fácil ponerse del lado del protagonista pero la cantidad de matices que aporta Jürgen Volen a Theo hace que a veces, sintamos cierta empatía por él. Su contribución artística a "El libre albedrío", además de protagonista, es productor y coguionista le hizo merecedor del Oso de Oro especial en la Berlinale.
Estremecedora es también la interpretación de Sabine Timoteo como Nettie. Una chica solitaria, reacia a los hombres que cree encontrar en Theo a su salvación. Ella desconoce su pasado y cuando él explota y le cuenta todo lo que ha hecho, ella reacciona todavía con más amor en lugar de desprecio. Una de las partes más estremecedoras de toda la película, es cuando Nettie va en busca de una de las mujeres, víctima de Theo.
La sigue, va a buscarla al trabajo y la mujer se enfrenta a Nettie como si a través de ella pudiera vengarse por fin del propio Theo.
"El libre albedrío" se enmarca dentro de la última corriente de éxito del cine alemán; historias muy duras, realizadas sin concesiones al sentimentalismo, violentamente explícitas y que se ocupan de diseccionar la sociedad actual.
Mikael Haneke, es el cineasta estrella a Matthias Glasner, le han comparado bastante con él por esta película. Para Haneke, el mundo es un lugar tan oscuro y peligroso como las almas de los seres humanos que lo habitan. Para Glasner también. Este tipo de cine, no ofrece respuestas no facilita interpretaciones ni confirma impresiones.
La brutalidad de estas películas está en la objetividad con la que están hechas."El libre albedrío" tiene imágenes asfixiantes pero hay que conseguir acceder a ellas sin prejuicios y después si has resistido hasta el emocionante y pesimista final, cuando salgas del cine, piensa lo que te venga en gana sobre la historia de amor, que realmente acabas de ver.
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