Esta ha sido la película documental más vista en salas europeas durante el 2004. Teniendo en cuenta que la historia se desarrolla en el desierto de Gobi y los protagonistas son una familia de nómadas no está nada mal ostentar este récord.
Lo que pasa con "el camello" es tan sencillo como que estamos ante una de las películas más hermosas y sensibles de los últimos años.
La mongolesa Byambasuren Davaa en colaboración con el italiano Luigi Falorni, firman y dirigen un proyecto largamente anhelado por la primera, nieta de nómadas y fascinada en su infancia por esos ritos ancestrales.
Lo que pasa con "el camello" es tan sencillo como que estamos ante una de las películas más hermosas y sensibles de los últimos años.
La mongolesa Byambasuren Davaa en colaboración con el italiano Luigi Falorni, firman y dirigen un proyecto largamente anhelado por la primera, nieta de nómadas y fascinada en su infancia por esos ritos ancestrales.
Ambos realizadores se conocieron en la Escuela de Cine de Munich, que junto a la National Geographic produjeron finalmente la película. Admiradores de los trabajos del pionero Robert Flaherty han construido un documental dramático en la línea de "Nanook, el esquimal" mezclando secuencias no planificadas en función de la sucesión de acontecimientos y de los fenómenos atmosféricos y recreaciones de la vida cotidiana de la familia protagonista compuesta por cuatro generaciones.
El hecho en torno al que gira la película es la convivencia de dicha familia con el periodo de alumbramiento de los camellos. La crisis se hace presente cuando la madre de un precioso camello blanco repudia a su cría después de un parto difícil y le priva del alimento necesario para sobrevivir.
Sin su leche materna el pequeño camello no sobrevivirá así que, conforme a un antiguo ritual llaman a un músico vecino de un pueblo remoto para realizarlo. Tendrá que conseguir que la madre se haga cargo de su cría. Además de volver a unir a la madre con el recién nacido, la leyenda dice que éste tiene como efecto secundario hacer que la madre llore.
"La historia del camello que llora", resulta especialmente atractiva por la extrañeza que provoca no sólo por el inhóspito y bello paisaje del desierto de Gobi, sino también por el estilo de vida de los protagonistas casi extinto. De hecho, según los directores fue muy difícil encontrar una familia multigeneracional, tanto por la progresiva modernización que vive la zona y el éxodo rural, como por la necesidad de separarse en núcleos más pequeños para encontrar alimentos en otros lugares.
Documental mágico, dotado de una sensible fotografía en súper 16 mm y una cuidada producción que cuenta con momentos increíbles que dejan boquiabierto al espectador. No pueden explicarse con palabras, toda la belleza de esta película está contenida en las imágenes así que hay que verla.
Ya en solitario, la joven directora mongolesa ha dirigido un segundo largo titulado: "The cave of the yellow dog" que sigue la línea del anterior, contando la historia de Nansal, la hija mayor de una familia nómada que un día se encuentra a un cachorro cerca de la casa donde viven. El documental se presentó con éxito en la sección Zabaltegui del último Festival de San Sebastián pero tristemente aún no ha tenido distribución comercial en España.
El hecho en torno al que gira la película es la convivencia de dicha familia con el periodo de alumbramiento de los camellos. La crisis se hace presente cuando la madre de un precioso camello blanco repudia a su cría después de un parto difícil y le priva del alimento necesario para sobrevivir.
Sin su leche materna el pequeño camello no sobrevivirá así que, conforme a un antiguo ritual llaman a un músico vecino de un pueblo remoto para realizarlo. Tendrá que conseguir que la madre se haga cargo de su cría. Además de volver a unir a la madre con el recién nacido, la leyenda dice que éste tiene como efecto secundario hacer que la madre llore.
"La historia del camello que llora", resulta especialmente atractiva por la extrañeza que provoca no sólo por el inhóspito y bello paisaje del desierto de Gobi, sino también por el estilo de vida de los protagonistas casi extinto. De hecho, según los directores fue muy difícil encontrar una familia multigeneracional, tanto por la progresiva modernización que vive la zona y el éxodo rural, como por la necesidad de separarse en núcleos más pequeños para encontrar alimentos en otros lugares.
Documental mágico, dotado de una sensible fotografía en súper 16 mm y una cuidada producción que cuenta con momentos increíbles que dejan boquiabierto al espectador. No pueden explicarse con palabras, toda la belleza de esta película está contenida en las imágenes así que hay que verla.
Ya en solitario, la joven directora mongolesa ha dirigido un segundo largo titulado: "The cave of the yellow dog" que sigue la línea del anterior, contando la historia de Nansal, la hija mayor de una familia nómada que un día se encuentra a un cachorro cerca de la casa donde viven. El documental se presentó con éxito en la sección Zabaltegui del último Festival de San Sebastián pero tristemente aún no ha tenido distribución comercial en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario