LA DAMA DE HONOR - CLAUDE CHABROL

El viejo zorro del cine francés, Claude Chabrol va a película por año como Woody Allen. Quizás sea porque cada verano, tiene la oportunidad de estrenarla en San Sebastián y pasar unos cuantos días comiendo y bebiendo como un marqués en la ciudad y es que de todos es sabida la afición que tiene Chabrol a la buena mesa eligiendo incluso las localizaciones de sus rodajes en función de los buenos restaurantes que haya en la zona.

La dama de honor (La Demoiselle d´honner), es un estupendo y divertidísimo thriller que se encuentra entre lo mejor del director en años. Su protagonista, es el joven y atractivo actor Benoit Magimel, ya hicieron juntos “La Flor del Mal”, que da vida a Philipe, un chico de 25 años que intenta llevar una vida normal y tranquila junto a su madre y sus dos hermanas pequeñas. Philipe acaba de empezar a trabajar en una inmobiliaria y su vida va a dar un giro al conocer en la boda de su hermana a Senta (Laura Smet), prima del novio y una de las damas de honor. Senta, no es una chica normal ni tampoco ama como una chica normal. Su pasión envuelve a Philippe y le consume hasta arrastrarle a un inesperado final.

La dama de honor está basada en una novela de la reina del suspense, Ruth Rendell, que al parecer quedó encantada con la adaptación escrita por Pierre Leccia y el propio Chabrol. El valor de Rendell a la hora de presentar a los asesinos de sus novelas es que entra en la psicología del personaje, nos explica la vida cotidiana del sujeto para así entenderlo mejor y sentir quizás al final cierta empatía por sus acciones aunque estas deriven en el asesinato. De la misma forma, Chabrol nos presenta a Philipe como un chico que intenta llevar una vida racional pero que tiene un toque de locura y a Senta, como una chica que conoce la realidad pero que ha llegado a traspasarla. También tiene mucho de Alfred Hitchock, el crimen está siempre presente en las películas de ambos directores y a la manera de “Extraños en un tren” aquí los dos protagonistas se proponen un asesinato múltiple hacía dos desconocidos. Como un MacGuffin hitchockniano, la película empieza con la imagen en televisión de una chica secuestrada de la que no volveremos a saber después.

Chabrol arremete una vez más contra la aburrida burguesía francesa, desbaratando el rol de familia tradicional. Hay una madre viuda que no llega a fin de mes, una hija que se casa con un funcionario cuanto menos inusual y una adolescente gamberra a la que ya conoce la policía. Además Phillipe mantiene una ambigua relación con su madre y acentúa su locura con la intrigante obsesión que tiene por el busto en piedra de una mujer, Flora. Flora fue un regalo del padre muerto y antes de que acabara en manos del nuevo novio de la madre, Phillipe lo coge como si del secuestro de una mujer se tratase y lo esconde en su habitación. Flora terminará teniendo el rostro de Senta o al revés, quizás el interés que tiene Philipe por la joven es sólo porque sus facciones coinciden con la de la estatua.

La trama de La dama de honor es compleja y entretenida, una de esas películas que dejan al espectador clavado en la butaca. Abundan los pequeños detalles, como ¿qué pasó con el traje azul turquesa que llevó Senta en la boda y que no puedo desvelar ya que está perfectamente encajado en el final de la historia?.Claude Chabrol lleva más de 40 años haciendo cine. Debutó en 1958, con “El bello Sergio” adelantándose así a la nouvelle vague que saldría justo un año después. Al contrario que algunos compañeros de generación, Chabrol trascendió a todo el movimiento convirtiéndose en uno de los mejores cineastas de las últimas décadas. Aunque siempre tuvo el apoyo de la crítica, ha sido desde mediados de los 90 cuando además de cosechar éxitos en festivales se ha ganado el favor del público. Su unión con actrices como Enmanuelle Béart, Sandrine Bonnaire y sobre todo Isabelle Huppert le hacen ser un gran conocedor del universo femenino y es junto con Almodóvar uno de los directores que mejor escriben papeles de peso para mujeres.
La Laura/Senta de la “La dama de honor” es pasional y surrealista. Conoce la realidad pero no le gusta, por eso la supera como si se tratase de magia. Si se enamora de alguien- y antes de Phillipe sólo hubo un chico en el instituto- su anarquía de vida llega a lo máximo es decir, la chica es capaz de secuestrar y matar a quien no le deja ser feliz.El caserón destartalado donde vive dice mucho de su personalidad y junto con Phillipe, su alma gemela llega a un final desconcertante en la cama, con una mujer muerta y con el ruido de las sirenas de policía de fondo. El futuro de los dos amantes, está sólo en la cabeza del espectador.