Tom Dicillo, triunfa en San Sebastián con una película simpática pero nada original sobre el mundo de la prensa rosa. Se nota que en el jurado este año tenía amistades importantes como Isabel Coixet y sobretodo la directora americana, Sara Driver que "ha sabido barrer para casa". 6 años, ha tardado en poner en marcha un nuevo proyecto después del relativo fracaso comercial que supuso su anterior filme, "The real blonde" (una rubia auténtica, 2000)
Dicillo está considerado uno de los estandartes del cine independiente americano desde que estrenó "Living in oblivion" (Vivir rodando, 1995) aunque sus películas no tienen demasiado éxito. Aquí además ha repetido con uno de sus actores fetiche, el actor de culto (aunque él se niegue a admitirlo) Steve Buscemi a quien empezábamos a echar de menos en la gran pantalla después de unos años en los que era secundario de lujo en todas las películas de bajo presupuesto.
Buscemi, más histrión que de costumbre, da vida a Less, un paparazzi de poca monta que se encuentra por casualidad con Toby (el rubio Michael Pitt) un joven de la calle al que acoge por un tiempo contratándole como aprendiz. Less y Toby son las 2 caras de la misma moneda, Less ya de vuelta sin haber llegado nunca a nada, él se denomina a sí mismo como "fotógrafo titulado" y presume de conocer a grandes personalidades del espectáculo como De Niro cuando en realidad nunca estuvo a menos de 200 metros de distancia del actor.
No es una mala persona pero está lejos de ser un modelo a seguir para Toby. Mentiroso empedernido, se cree "algo más" y abusa de los que están a su alrededor incluido el chico. Toby, empieza la película como un buscavidas, sabemos aunque no se llega a profundizar en ello, que ha tenido una infancia difícil. Podría terminar como Less pero el chaval, sí es una buena persona.La historia es algo así como una nueva versión de la cenicienta con un pobre desgraciadoal que la vida le ofrece, la gran oportunidad.
Aquí el rubio Toby (muy en la línea de Brad Pitt en sus comienzos) consigue ser una estrella de los culebrones y ligarse a la chica guapa.Esto tanto en versión femenina como masculina ya está contado hasta la saciedad así que el premiado guión, es cualquier cosa menos original. El personaje de la "pop star" tampoco tiene demasiado trasfondo.
De entre todas las frívolas secuencias que protagoniza la niña, me quedo con la que aparece Elvis Costello en una fiesta. El encuentro protagonizado por el cantante y un patético Less es bastante divertido pero Dicillo al contrario que otros maestros del género como Billy Wilder no consigue llegar a la sátira. El título de la película, "Delirious" tiene que ver más que, con el mundo de los famosos, con la ridícula labor de los paparazzi, capaces de cualquier cosa por conseguir esa instantánea que les haga ricos. Lo que queda más claro al final, es "que los famosos son tontos pero los paparazzi lo son más". Parece que para el propio Buscemi fue curioso verse en el otro lado. A la hora de preparar su personaje se recorrió durante semanas, distintos eventos sociales de Nueva York y comentó que quedó agotado con tantas idas y venidas de cóctel en cóctel…Estamos entonces ante una comedia amable y a ratos divertida, de esas que los distribuidores compran para el gran público pero que finalmente quedará sólo para fans de Buscemi, al que tengo ganas de volver a ver trabajar con los hermanos Coen, quienes mejor saben entenderlo.
Una nota curiosa ocurrió minutos antes de comenzar la rueda de prensa en la sala del kursaal. Muchos de los periodistas y fotógrafos esperamos durante más de ½ hora la llegada del equipo, apenas 10 minutos antes de la hora fijada, una persona de la organización dijo que teníamos que abandonar las 2 primeras filas sin explicaciones, aunque parezca absurdo parece que fue por razones de seguridad y que en los últimos años esto pasa siempre que se presenta una película americana, aunque sea de las "indies".
Este hecho provocó el enfado de los asistentes y también un interesante debate, bastante más curioso que hablar de la película, en el que también participaron Dicillo y Buscemi poniéndose en esta ocasión y aunque se contradiga al propio argumento de "Delirious" de nuestra parte porque ajenos a estas medidas, entendían que en la sala de prensa, la prensa tiene que llevar a cabo y sin interrupciones, lo mejor posible su trabajo.
Dicillo está considerado uno de los estandartes del cine independiente americano desde que estrenó "Living in oblivion" (Vivir rodando, 1995) aunque sus películas no tienen demasiado éxito. Aquí además ha repetido con uno de sus actores fetiche, el actor de culto (aunque él se niegue a admitirlo) Steve Buscemi a quien empezábamos a echar de menos en la gran pantalla después de unos años en los que era secundario de lujo en todas las películas de bajo presupuesto.
Buscemi, más histrión que de costumbre, da vida a Less, un paparazzi de poca monta que se encuentra por casualidad con Toby (el rubio Michael Pitt) un joven de la calle al que acoge por un tiempo contratándole como aprendiz. Less y Toby son las 2 caras de la misma moneda, Less ya de vuelta sin haber llegado nunca a nada, él se denomina a sí mismo como "fotógrafo titulado" y presume de conocer a grandes personalidades del espectáculo como De Niro cuando en realidad nunca estuvo a menos de 200 metros de distancia del actor.
No es una mala persona pero está lejos de ser un modelo a seguir para Toby. Mentiroso empedernido, se cree "algo más" y abusa de los que están a su alrededor incluido el chico. Toby, empieza la película como un buscavidas, sabemos aunque no se llega a profundizar en ello, que ha tenido una infancia difícil. Podría terminar como Less pero el chaval, sí es una buena persona.La historia es algo así como una nueva versión de la cenicienta con un pobre desgraciadoal que la vida le ofrece, la gran oportunidad.
Aquí el rubio Toby (muy en la línea de Brad Pitt en sus comienzos) consigue ser una estrella de los culebrones y ligarse a la chica guapa.Esto tanto en versión femenina como masculina ya está contado hasta la saciedad así que el premiado guión, es cualquier cosa menos original. El personaje de la "pop star" tampoco tiene demasiado trasfondo.
De entre todas las frívolas secuencias que protagoniza la niña, me quedo con la que aparece Elvis Costello en una fiesta. El encuentro protagonizado por el cantante y un patético Less es bastante divertido pero Dicillo al contrario que otros maestros del género como Billy Wilder no consigue llegar a la sátira. El título de la película, "Delirious" tiene que ver más que, con el mundo de los famosos, con la ridícula labor de los paparazzi, capaces de cualquier cosa por conseguir esa instantánea que les haga ricos. Lo que queda más claro al final, es "que los famosos son tontos pero los paparazzi lo son más". Parece que para el propio Buscemi fue curioso verse en el otro lado. A la hora de preparar su personaje se recorrió durante semanas, distintos eventos sociales de Nueva York y comentó que quedó agotado con tantas idas y venidas de cóctel en cóctel…Estamos entonces ante una comedia amable y a ratos divertida, de esas que los distribuidores compran para el gran público pero que finalmente quedará sólo para fans de Buscemi, al que tengo ganas de volver a ver trabajar con los hermanos Coen, quienes mejor saben entenderlo.
Una nota curiosa ocurrió minutos antes de comenzar la rueda de prensa en la sala del kursaal. Muchos de los periodistas y fotógrafos esperamos durante más de ½ hora la llegada del equipo, apenas 10 minutos antes de la hora fijada, una persona de la organización dijo que teníamos que abandonar las 2 primeras filas sin explicaciones, aunque parezca absurdo parece que fue por razones de seguridad y que en los últimos años esto pasa siempre que se presenta una película americana, aunque sea de las "indies".
Este hecho provocó el enfado de los asistentes y también un interesante debate, bastante más curioso que hablar de la película, en el que también participaron Dicillo y Buscemi poniéndose en esta ocasión y aunque se contradiga al propio argumento de "Delirious" de nuestra parte porque ajenos a estas medidas, entendían que en la sala de prensa, la prensa tiene que llevar a cabo y sin interrupciones, lo mejor posible su trabajo.
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