"L´Enfer" (El Infierno) del bosnio Danis Tanovic se ha convertido en mi película favorita de esta 53 edición del Festival de San Sebastián, tanto por la complejidad y belleza de sus imágenes como por la pasional historia que nos cuenta.
Basada en una idea original que dejó Krystof Kieslowski antes de morir en 1996 también forma parte de una trilogía que se completa con "Heaven" (llevada al cine sin éxito por el alemán Tom Tykwer) y "El Purgatorio". En manos de Tanovic, El Infierno gana visualmente resultando más entretenida que cualquier otra película del famoso director polaco.
Al comienzo, un hombre que acaba de salir de prisión (Miki Manojlovic) es rechazado por su mujer (Carol Bouquet), se inicia entonces en la casa familiar una violenta disputa que se salda con el suicidio del padre ante la mirada estupefacta de sus 3 hijas.
París, actualidad, Sophie, Céline y Anne las 3 hermanas ya son adultas y cada una vive su vida por separado. Sophie, la mayor está casada con un fotógrafo (Jacques Gambling) y tienen 2 niños.
El matrimonio está pasando un momento difícil. Anne, la pequeña estudia Historia en la Sorbona y mantiene una relación pasional, casi imposible con un ilustre profesor (Jacques Perrin) que además es el padre de su mejor amiga.
Céline, soltera es la única que visita regularmente a la madre en la residencia y servirá como nexo de unión de la historia y del reencuentro entre las 4 mujeres. Céline conoce a un atractivo joven, Sebastien (Guillaime Canet) que parece querer seducirla pero que en realidad, esconde un secreto con respecto al padre que servirá como acercamiento esperanzador entre las hermanas.
El reparto es espectacular juntando a algunas de las mejores actrices del cine francés. Los personajes masculinos brillan por su ausencia aunque están interpretados también por "estrellas del cine europeo".
El padre, al que todos tomaban por una mala persona es en el fondo el único tío legal y en él están representadas las máximas del bien y el mal.
Sophie (Enmanuelle Beart). Madre de familia guapísima, rechazada y engañada por su marido, cuanto más se entrega a él más se humilla. Sophie está representada por el color rojo, la pasión. El uso de los colores es un claro homenaje a Kieslowski.
Ella simboliza además el sentimiento de abandono, de soledad. Enmanuelle Beart carga de dolor y tristeza a su personaje gracias a una irresistible mirada. Sophie tiene 2 secuencias antológicas en la película; una en la que está en su casa sentada, mirando a un insecto que se está ahogando en el vaso. La abeja decide salvarse y saca fuerzas para subir por la pajita y salvarse, por contra la mujer que observa destruida ya no tiene fuerzas para seguir.
La otra se desarrolla en un piso del Hotel Saint Germain de Prés cuando Sophie totalmente perdida sube por la escalera de caracol buscando la habitación donde cree encontrar a su marido con una amante.Céline (Karin Viard) es la hermana fuerte e introvertida. Anhela un hombre que la cuide y la quiera. Céline, está representada por el color azul. Este personaje resulta tremendamente interesante gracias a su dimensión trágica. Céline se niega a sí misma volcándose en cuidar a la madre para reparar el daño familiar.
Ella se sacrifica por todas pero en ningún momento Karin Viard le dota de amargura o tristeza. Los encuentros entre Céline y su madre tienen también un punto de humor. Cuando salen a pasear por los jardines de la residencia, ella rompe la tensión leyéndole historias sin sentido del libro Guinnes de los Récords como la del pollo que sobrevivió 18 meses con la cabeza cortada. Los breves encuentros que tienen con Luis (espléndido como siempre Jean Rochefort) otro de los ancianos del hospital también son irónicos y divertidos.
Ella será al final la que tenga "el antídoto" para acabar con la maldición familiar y dar a la película vitalidad y optimismo.Anne (Marie Guillain) es la más joven, su color es el de la inocencia y la esperanza, el verde.
Anne vive en un estado febril permanente por culpa de la obsesión que siente con Fréderic, el maduro profesor en el que proyecta además todos sus miedos de la infancia. En su relación con Fréderic existe también una admiración por la inteligencia de este.
La conferencia que da sobre el mito trágico de Medea no es casual, habla de sí misma cuando dice "Eurípides nos demuestra que si se mantiene la presión ejercida sobre las mujeres, la explosión se vuelve inevitable y como en Medea los hijos acaban despedazados". Pero "la tragedia ya no es posible en nuestros días", dice. Insiste en la vulnerabilidad de los hombres. Es cierto que la vida está llena de decisiones y sucesos que a veces nos superan y al no querersentirnos culpables de nuestros actos, la idea de dar una dimensión divina a la existencia parece reconfortarnos. Carole Bouquet, es la madre, en silla de ruedas y caracterizada con unos años de más para dar vida a "esta Medea moderna" que sufre mucho pero que a la vez es un monstruo.
Danis Tanovic con sólo 35 años es uno de los mejores directores de la actualidad. En el año 2000 fue a Cannes y San Sebastián donde presentó con gran éxito su ópera prima "En tierra de nadie" y un año después consiguió el Oscar a la mejor película en habla no inglesa.
Después de dar la vuelta al mundo con esta singular historia ambientada en la guerra de la antigua Yugoslavia, se estableció en Paris y es allí y en francés donde ha querido dirigir su segundo largo. Aunque la idea original del Infierno sea de otro eslavo, el reconocido director de la Trilogía: "Tres colores: Azul, Blanco y Rojo" Krystof Kieslowski, la película está más próxima al dolor y la estética de Bergman de hecho Tanovic habla de "Gritos y susurros" como fuente de inspiración.
Lo que si se aproxima a K.K. es la cantidad de metáforas y simbolismos que tiene la historia y como a través de 3 historias en apariencia banales se tratan cuestiones filosóficas.
El Infierno, puede formar en definitiva parte de nuestras vidas sin necesidad de ir a la guerra
Basada en una idea original que dejó Krystof Kieslowski antes de morir en 1996 también forma parte de una trilogía que se completa con "Heaven" (llevada al cine sin éxito por el alemán Tom Tykwer) y "El Purgatorio". En manos de Tanovic, El Infierno gana visualmente resultando más entretenida que cualquier otra película del famoso director polaco.
Al comienzo, un hombre que acaba de salir de prisión (Miki Manojlovic) es rechazado por su mujer (Carol Bouquet), se inicia entonces en la casa familiar una violenta disputa que se salda con el suicidio del padre ante la mirada estupefacta de sus 3 hijas.
París, actualidad, Sophie, Céline y Anne las 3 hermanas ya son adultas y cada una vive su vida por separado. Sophie, la mayor está casada con un fotógrafo (Jacques Gambling) y tienen 2 niños.
El matrimonio está pasando un momento difícil. Anne, la pequeña estudia Historia en la Sorbona y mantiene una relación pasional, casi imposible con un ilustre profesor (Jacques Perrin) que además es el padre de su mejor amiga.
Céline, soltera es la única que visita regularmente a la madre en la residencia y servirá como nexo de unión de la historia y del reencuentro entre las 4 mujeres. Céline conoce a un atractivo joven, Sebastien (Guillaime Canet) que parece querer seducirla pero que en realidad, esconde un secreto con respecto al padre que servirá como acercamiento esperanzador entre las hermanas.
El reparto es espectacular juntando a algunas de las mejores actrices del cine francés. Los personajes masculinos brillan por su ausencia aunque están interpretados también por "estrellas del cine europeo".
El padre, al que todos tomaban por una mala persona es en el fondo el único tío legal y en él están representadas las máximas del bien y el mal.
Sophie (Enmanuelle Beart). Madre de familia guapísima, rechazada y engañada por su marido, cuanto más se entrega a él más se humilla. Sophie está representada por el color rojo, la pasión. El uso de los colores es un claro homenaje a Kieslowski.
Ella simboliza además el sentimiento de abandono, de soledad. Enmanuelle Beart carga de dolor y tristeza a su personaje gracias a una irresistible mirada. Sophie tiene 2 secuencias antológicas en la película; una en la que está en su casa sentada, mirando a un insecto que se está ahogando en el vaso. La abeja decide salvarse y saca fuerzas para subir por la pajita y salvarse, por contra la mujer que observa destruida ya no tiene fuerzas para seguir.
La otra se desarrolla en un piso del Hotel Saint Germain de Prés cuando Sophie totalmente perdida sube por la escalera de caracol buscando la habitación donde cree encontrar a su marido con una amante.Céline (Karin Viard) es la hermana fuerte e introvertida. Anhela un hombre que la cuide y la quiera. Céline, está representada por el color azul. Este personaje resulta tremendamente interesante gracias a su dimensión trágica. Céline se niega a sí misma volcándose en cuidar a la madre para reparar el daño familiar.
Ella se sacrifica por todas pero en ningún momento Karin Viard le dota de amargura o tristeza. Los encuentros entre Céline y su madre tienen también un punto de humor. Cuando salen a pasear por los jardines de la residencia, ella rompe la tensión leyéndole historias sin sentido del libro Guinnes de los Récords como la del pollo que sobrevivió 18 meses con la cabeza cortada. Los breves encuentros que tienen con Luis (espléndido como siempre Jean Rochefort) otro de los ancianos del hospital también son irónicos y divertidos.
Ella será al final la que tenga "el antídoto" para acabar con la maldición familiar y dar a la película vitalidad y optimismo.Anne (Marie Guillain) es la más joven, su color es el de la inocencia y la esperanza, el verde.
Anne vive en un estado febril permanente por culpa de la obsesión que siente con Fréderic, el maduro profesor en el que proyecta además todos sus miedos de la infancia. En su relación con Fréderic existe también una admiración por la inteligencia de este.
La conferencia que da sobre el mito trágico de Medea no es casual, habla de sí misma cuando dice "Eurípides nos demuestra que si se mantiene la presión ejercida sobre las mujeres, la explosión se vuelve inevitable y como en Medea los hijos acaban despedazados". Pero "la tragedia ya no es posible en nuestros días", dice. Insiste en la vulnerabilidad de los hombres. Es cierto que la vida está llena de decisiones y sucesos que a veces nos superan y al no querersentirnos culpables de nuestros actos, la idea de dar una dimensión divina a la existencia parece reconfortarnos. Carole Bouquet, es la madre, en silla de ruedas y caracterizada con unos años de más para dar vida a "esta Medea moderna" que sufre mucho pero que a la vez es un monstruo.
Danis Tanovic con sólo 35 años es uno de los mejores directores de la actualidad. En el año 2000 fue a Cannes y San Sebastián donde presentó con gran éxito su ópera prima "En tierra de nadie" y un año después consiguió el Oscar a la mejor película en habla no inglesa.
Después de dar la vuelta al mundo con esta singular historia ambientada en la guerra de la antigua Yugoslavia, se estableció en Paris y es allí y en francés donde ha querido dirigir su segundo largo. Aunque la idea original del Infierno sea de otro eslavo, el reconocido director de la Trilogía: "Tres colores: Azul, Blanco y Rojo" Krystof Kieslowski, la película está más próxima al dolor y la estética de Bergman de hecho Tanovic habla de "Gritos y susurros" como fuente de inspiración.
Lo que si se aproxima a K.K. es la cantidad de metáforas y simbolismos que tiene la historia y como a través de 3 historias en apariencia banales se tratan cuestiones filosóficas.
El Infierno, puede formar en definitiva parte de nuestras vidas sin necesidad de ir a la guerra
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